La lluvia ácida es causada por un cambio que ocurre en el PH del agua presente en la atmósfera y que se precipita a la tierra en forma de lluvia, este fenómeno afecta la fase aérea del ciclo del agua, por esta razón, es considerada uno de los principales contaminantes ambientales y uno de los que ha despertado mayor preocupación en los científicos, junto al efecto invernadero y la disminución exagerada de la capa de ozono.
Historia de la lluvia ácida
La lluvia ácida como fenómeno ambiental contaminante tuvo su origen durante la Revolución Industrial, en ese momento se incrementaron los niveles de ácido, que por acción del viento fueron depositados y transferidos a zonas alejadas donde no había presencia de industrias.
El inicio de los estudios acerca de la lluvia acida y las primeras denuncias acerca de este grave problema, provienen de los países europeos, sobre todo de los ubicados en el norte, por pertenecer a las zonas más afectadas.
La primera vez que se habló acerca de la lluvia ácida en un foro de ecología fue en el año 1972 en la Conferencia de las Naciones Unidas en Estocolmo, en la que el único objetivo era hablar sobre los problemas que guardaban relación con la contaminación ambiental. Durante esa conferencia el gobierno de Suecia presentó un informe muy amplio relacionado con la polución del aire desde países poco conocidos.
En dicho informe se hablaba de que los vientos provenientes del este, arrastraban concentraciones altas de azufre, generando precipitaciones que contenían dicha sustancia química. Además se determinó que el origen del óxido de azufre provenía de las plantas térmicas ubicadas en Gran Bretaña.
También manifestaron que este peligroso contaminante, dañaba los ecosistemas, generando la contaminación de los principales recursos acuíferos, a través de las nevadas o lluvias ácidas que contenían altos niveles de ácido sulfúrico.
Efectos de la lluvia ácida
Los efectos de la lluvia ácida sobre el suelo, dependerán generalmente del tipo de suelo sobre el que se deposita, en caso de que el suelo sea de tipo calcáreo, los ácidos se absorberán con rapidez debido al carbonato de calcio presente en este tipo de terrenos.
Si el suelo es de origen arcilloso, las consecuencias suelen ser más graves, por el enorme poder para disolverse que tiene este tipo de lluvia, que termina alterando el PH del terreno, provocando un estado de acidificación general. Cuando los ácidos se filtran en la tierra destruyen los nutrientes del suelo que alimentan a las plantas y algunos animales.