La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un término médico empleado para referirse a trastornos respiratorios a largo plazo que se manifiestan en bebes prematuros. Se le conoce también con el nombre de displasia broncopulmonar (DBP).
Esta afección forma parte de los trastornos pulmonares que pueden manifestarse en recién nacidos especialmente en los prematuros cuyos pulmones son frágiles y pueden dañarse fácilmente. Se produce a raíz de lesiones que requieren de ventilación mecánica y oxigenoterapia para lograr respirar.
Causas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en bebes
Suele manifestarse a causa de lesiones en los tejidos internos de los pulmones que generan inflamación y posiblemente su degradación y consecuentes cicatrices que dificultan la respiración y aumentan los requerimientos de oxígeno. Las causas más comunes de lesiones o problemas pulmonares ellos incluso pueden provocarla son:
- Inmadurez de los pulmones, específicamente los alveolos en niños nacidos de forma prematura y antes de alcanzar su completo desarrollo.
- Bajos niveles de agente tensioactivo que es el que ayuda a mantener abiertos los alveolos.
- Uso de altas concentraciones de oxigeno que pueden dañar las células de los pulmones.
- La presión de aire de respiradores, succión de vías respiratorias y uso de tubo endotraqueal puede generar daños en los pulmones.
Síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en bebes
Los síntomas más comunes de esta enfermedad son los siguientes, sin embargo, cabe mencionar que cada paciente puede presentar sintomatologías diferentes.
- Insuficiencia o dificultad respiratoria.
- Respiración rápida, arrítmica y ensanchamiento de las fosas nasales, además de depresiones a nivel del tórax.
- Necesidad permanente de asistencia respiratoria con ventilación mecánica u oxígeno en bebes con 36 semanas de gestación.
Tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica en bebes
El tratamiento dependerá de la severidad de la enfermedad y las características estacionarias del paciente, sin embargo, podría incluir:
- Terapia de oxigeno suplementario para compensar la capacidad respiratoria disminuida gracias al daño en los pulmones.
- Monitoreo de la cantidad de oxigeno circulante mediante el uso de un oxímetro de pulso.
- Ventilación mecánica que se reducirá progresivamente a medida que los pulmones maduren y alcancen una mejor capacidad respiratoria.
- Reemplazo con agente tensioactivo para aumentar la apertura de los alveolos.
- Broncodilatadores, esteroides, diuréticos y antibióticos.
- Soluciones intravenosas para controlar y prevenir el ingreso de líquidos que pudieran acumularse en los pulmones agravando lesiones o daños presentes.