En la piel joven las células tardan 28 días en llegar a la superficie, mientras que en la piel madura necesitan de más tiempo. Por ser un proceso lento, se acumulan más células muertas, aunque también puede ser debido a otros factores. El hecho de no dormir puede ser una de esas causas graves, así como no tener una buena alimentación. Los signos de la edad también son influyentes y esto ocasiona cambios en la membrana de la piel. Para ser más exactos con este punto, notarás las siguientes etapas:
Piel más joven
Cuando se está en una edad joven las células renovadoras no solo actúan más rápido, sino que el color de piel es más uniforme por la producción de melanina. No hay pérdida de humedad por la hidratación de la piel y posee fibras de colágeno. En esta etapa sus componentes aportan consistencia y flexibilidad a la piel.
Piel a los 30
La piel ya no posee la misma resistencia que antes, por lo que no puede ni siquiera defenderse del todo. Ya sea por causas internas o externas el efecto en la piel es mucho más delicado. Casos como la exposición a los rayos ultravioletas, no ayudan a la piel a que mejore sino todo lo contrario. Poco a poco se observarán signos superficiales de envejecimiento como arrugas, perdida de expresión y piel no iluminada.
Piel a los 40
A esta edad, el proceso de regeneración de la piel sigue ralentizándose. Años en que se ha estado expuesto a agentes externos que se empieza a notar en la piel. Ya no está firme o elástica como antes debido al deterioro de la elastina, colágeno, fibrilina y la fibronectina.