La depresión es una alteración emocional que causa afecciones en la forma de ver el mundo, tristeza continua, perdida de interés en realizar diferentes actividades, por tales razones es también denominada trastorno depresivo mayor o depresión clínica; además, este trastorno de la personalidad es la tercera causa principal de morbilidad y discapacidad entre los adolescentes en el mundo y una de las patologías más difíciles de detectar por parte de las familias. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó en 2017 que cada año fallecen más de 1,2 millones de adolescentes por causas que, en su mayor parte, podrían haberse evitado.
Entre sus causas se detecta los antecedentes familiares, abuso del alcohol o de las drogas, cambios o dificultades de la vida tales como el divorcio, jubilación, muerte de algún familiar, cambio de trabajo o de residencia, crecientes presiones del trabajo o de la pobreza, pérdida del control de la vida y poca tolerancia al estrés. Aunado a lo anterior, también se denota los cambios hormonales en las personas y afecciones en los neurotransmisores.
Para su respectivo tratamiento se recomienda, primeramente, tomar la decisión de pedir ayuda, seguir los consejos del médico tratante, asistir a psicoterapia, leer buenos libros. Por otra parte, los medicamentos antidepresivos pueden ser buenos para tratar la depresión, de esta manera, puede ser necesario tomarlos durante tres semanas o más para notar su efecto deseado. Los antidepresivos también pueden causar efectos negativos como los siguientes: dolor de cabeza, náuseas–sentirse mal del estómago, dificultad para dormir y nerviosismo, ansiedad o inquietud y problemas de apetito sexual.