La naturaleza en su inmensidad e infinita variedad, nos ofrece toda clase de materiales y elementos metálicos que pueden ser aprovechados para diversas utilidades y en medio de esta riqueza se encuentra uno en particular que llama la atención por sus particulares características, las cuales reúnen los requisitos suficientes para que se quede con la distinción del metal más duro de la naturaleza.
Así pues, el elemento metálico más duro que existe no es el hierro como a primera vista podría suponerse, se trata nada más y nada menos que de el cromo (Cr) y a continuación explicaremos un poco las razones de ello.
El cromo, elemento metálico más duro
El cromo es un elemento químico de número atómico 24 que se encuentra en el grupo 6 de la tabla periódica de los elementos, suele ser de tonalidad gris plateada y un poco brillante, adicionalmente es muy resistente a la corrosión. Al registrar un valor de 8,5 en la escala de Mohs, la cual se especializa en la medición de la dureza de los minerales, su resistencia se hace más que evidente.
Algo para destacar que existe un aspecto bastante paradójico en aquello de que el cloro sea llamado el elemento metálico más duro y es esa dualidad entre dureza y fragilidad que posee, una presunción que se explica señalando que la dureza es la característica de deformarse muy poco con el esfuerzo, pero esta poca deformación en ningún momento va a significar que el metal sea irrompible, de manera que en caso de romperse lo haría con una mínima deformación.