La Revolución de Terciopelo fue un movimiento pacífico que tuvo lugar en otoño del año 1989 en Checoslovaquia y que culminó con la caída del gobierno socialista en ese país. Esta revolución inicio con una manifestación de estudiantes el 16 de noviembre de 1989, en la que reclamaban las libertades políticas, pero como no estaba autorizada fue dispersada violentamente.
Cuando se conoció lo ocurrido, se inició una marcha de universitarios en Praga a la cual el gobierno respondió con una brutal represión, todos los ataques estuvieron encabezados por Gustáv Husák que estaba a cargo del poder desde 1975, fue tanta la contundencia de los ataques que dio origen a importantes movilizaciones.
Los estudiantes con el pasar de los días lograron el apoyo de la población, de disidentes representantes de la iglesia, personalidades de la cultura, entre otros, además de que lograron romper con la censura en los medios de comunicación. Después de 18 días de las manifestaciones y huelgas, el gobierno comunista cayó, siendo el final de las dictaduras comunistas de mayor represión en esa parte de Europa.
La Revolución de Terciopelo impulsó la presidencia de Vaclav Havel, siendo designado como jefe de estado en la catedral romana católica ubicada en Praga, creando una forma de gobierno de Republica Federal Parlamentaria; aunque la caída del comunismo solo fue una fase de transición, porque en enero de 1993, a solo cuatro años de la Revolución de Terciopelo, crecieron las tensiones dentro del Gobierno, quedando Checoslovaquia separada en dos países independientes, la República Checa y la República Eslovaca.