Debido a la conocida inflamabilidad del ácido perclórico, se trata de un compuesto químico que sólo debe ser manejado por profesionales y mediante estrictas medidas de seguridad.
A continuación se describirán las pertinentes con respecto al almacenamiento seguro y los riesgos a evitar.
Almacenamiento del ácido perclórico
El ácido perclórico concentrado debe almacenarse en un armario para ácidos junto con otros ácidos inorgánicos, lejos de los productos químicos orgánicos y los agentes reductores.
Deberán utilizarse recipientes secundarios de vidrio, porcelana, cerámica u otro material no absorbente e incombustible. El anhídrido de ácido perclórico (> 85%) no debe almacenarse nunca a temperatura ambiente durante más de unos pocos días, ya que existe un riesgo considerable de descomposición o explosión espontánea.
El anhídrido de ácido perclórico que muestre signos de decoloración debe ser eliminado inmediatamente. Todos los contenedores de eliminación de desechos de ácido perclórico deben mantenerse separados del resto de los desechos, y cada contenedor debe tener una etiqueta de desechos peligrosos.
Además, se debe evitar el contacto con cualquier contenedor dañado o descolorido, ya que puede ser inestable o sensible a los golpes.
Riesgos
- El ácido perclórico es un ácido fuerte y extremadamente corrosivo que puede ser inflamable o explosivo en ciertas condiciones.
- A una concentración en el agua (a temperatura ambiente) inferior al 72%, tiene propiedades oxidantes y corrosivas similares a las de otros ácidos inorgánicos.
- Un aumento de la temperatura o de la concentración por encima del 72% resultará en un aumento significativo de las propiedades oxidantes y corrosivas.
- El ácido perclórico anhidro que se deja en reposo durante unos días a temperatura ambiente puede descomponerse espontánea y explosivamente.
- La adición de agentes secantes (por ejemplo, anhídrido acético) al ácido perclórico puede dar lugar a la formación de ácido perclórico anhidro y debe evitarse.
- Los vapores pueden condensarse en las superficies y en el interior del sistema de ventilación de las campanas de laboratorio, lo que da lugar a la creación de depósitos de sales de perclorato, explosivas y sensibles a los golpes.
- El contacto del líquido o el vapor con la mayoría de los materiales orgánicos y los agentes reductores puede dar lugar a un incendio o una explosión espontánea.
- El papel y el algodón son ejemplos de materiales orgánicos.
- Muchos reactivos a base de litio y monóxido de carbono son ejemplos de reductores.
- Las mezclas que contienen ácido nítrico y celulosa son explosivas.
- Las mezclas que contienen dimetilsulfóxido son explosivas.