En los países desarrollados es cada vez mayor el número de niños cuyo peso está relacionado a la obesidad, siendo superior al que se considera normal, debido a la ingesta de demasiados alimentos indebidos y la poca realización de ejercicios.
Teniendo como consecuencias el riesgo de padecer diabetes, hipertensión y exceso de colesterol, presentado consecuencias graves para el organismo, por lo cual es necesario tomar un dieta balanceada e hidratarse constantemente.
La obesidad humana ¿cómo la evitamos?
Reduciendo la ingesta de grasa, aumentando el consumo de fibras, reducir el consumo de sal, minimizar la ingesta de dulces y pasteles, practicar ejercicios físicos, ingerir solo las calorías necesarias de acuerdo con nuestra edad, tamaño y peso. Las vitaminas, los minerales y el agua son necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo.
Alrededor del sesenta a setenta por ciento del cuerpo es agua. El cuerpo usa el agua como medio para la descomposición de los alimentos. Además en ella se disuelven los nutrientes para que sean absorbidos por la sangre y a la vez se disuelven materiales de desecho, todos los alientos contienen agua. Se pueden obtener bebiéndolas de jugo, frutas, leche, entre otros.
Aliméntate saludable
Un individuo al acercase a la pubertad debe, de igual manera como lo ha hecho hasta ahora, seguir cuidando su organismo con una sana alimentación. Si hay un descuido en el balance de los nutrientes, por ejemplo de grasa y aceites, estos empiezan a acumular en el organismo a manera de tejido adiposo o graso y en la piel salen los brotes o furúnculos.
Las grasas también producen beneficios, le procuran energía al organismo, sirven de acolchonado y de aislante térmico, y en las mujeres de reguladores de ciento de hormonas. Una mujer con cantidades baja de grasa tiende a no menstruar.