Con una desbordante creatividad que la acompañó desde niña, Ada Lovelace, llamada realmente, Augusta Ada King es una de las mujeres más famosas de la ciencia por su vinculación estrecha con los inicios de la informática, y es que sus contribuciones le fueron más que suficientes para ser reconocida como la primera programadora de la historia.
Fallecida el 27 de noviembre de 1852, la condesa de Lovelace, hija del poeta Lord Byron hizo lo propio hasta dar con la que sería llamada, la máquina de Babbage, un aparato que lograba la reproducción de diferentes patrones aritméticos de acuerdo a la tarea que se fuese a realizar.
Las contribuciones de Lovelace
Ada conoció al matemático Charles Babbage a la tierna edad de los 18 años, quien, en esa época, empezó a trabajar en su motor analítico bajo el objetivo de crear una nueva máquina de cálculo que pudiera «comerse su propia cola», lo que quería decir que podía modificar su cálculo mientras se estaba ejecutando.
Siempre en busca de poder demostrar el gran potencial con el que contaba, Lovelace trabajó sin descanso hasta publicar un texto en el que relataba su propio estudio sobre la máquina analítica de Babbage, firmándolo únicamente con las iniciales A.A.L.
Pero no se trataba de cualquier análisis, ya que este definitivamente trascendía el diseño físico del artefacto, anticipando el universo de posibilidades que abren los modelos de computación abstracta y aunque esto significó un distanciamiento científico por cuenta de las opiniones encontradas, fue suficiente para que Ada, dejara claro que contaba con capacidades excepcionales.