Los aparatos dentales son mecanismos diseñados para la mejora en los dientes, principalmente usados por las personas durante su niñez y adolescencia. Según la estructura bucal de la persona y condiciones dentales, se diseñan diferentes tipos de aparatos.
Su propósito principal es el de corregir y ubicar los dientes en una posición correcta para evitar problemas ante la formación errónea de los mismos.
La razón por la que los dientes se deforman es, en parte un tema genético. La mezcla de genes parentales, causa en algunas ocasiones un choque de herencias físicas, esto involucra de manera destacada a los dientes debido a que su crecimiento puede traer un patrón incompatible con la estructura bucal, causando problemas como el desarrollo disparejo de los dientes.
La incomodidad de los aparatos dentales antiguos
El diseño del aparato dental ha sufrido cambios drásticos, en bien del usuario. Los primeros modelos contaban con indumentarias enormes y estorbosas, que generaban gran incomodidad en el paciente. Además de producir dolor, armar el aparato dental tomaba mucho tiempo y sus diseños en ocasiones, podían presentar pocos avances en la corrección que requerían las personas.
Los avances en la actualidad
El aparato dental moderno dista por mucho de su contraparte pasada. Involucran un avance tecnológico que, con ayuda del análisis avanzado en la estructura de la boca, permite generar un molde preciso y estudiar con detalle las mejoras que necesitan los dientes e incluso predecir su desarrollo futuro. Los aparatos dentales modernos son ligeros y resistentes, evitan el dolor para el usuario y su incomodidad es mínima.