Por muy contradictorio que parezca, los conflictos bélicos han hecho que la ciencia avance. Aunque, muchos de estos conflictos bélicos causan consecuencias devastadoras y dejan a su paso un nivel de destrucción increíble. Durante el desarrollo de un conflicto bélico las partes involucradas en el mismo, se esfuerzan por desarrollar nuevas tecnologías que les permitan obtener la victoria. El presupuesto que muchas veces gasta una nación en pro de desarrollar tecnologías militares, es gigantesco. Por lo que muchos avances científicos en esta área se han registrado durante el último tiempo.
La defensa es una de las cosas, en las cuales las naciones invierten gran parte de su presupuesto. Es por eso, que los científicos dedicados a esta materia terminan contando con muchos recursos para poder desarrollar nuevas tecnologías. Sin embargo, este tema es lago contradictorio debido a que muchas de estas tecnologías no están puestas a la servicio del bien común.
¿Debe la ciencia estar al servicio de la guerra?
La realidad marca que no, ya que muchos de estos conflictos bélicos han cobrado la vida de cientos de personas en todo el mundo. Sin embargo, cada estado tiene la autonomía de capacitar a su personal científico para desarrollar nuevas tecnologías militares.
No obstante, diferentes organizaciones e incluso la misma comunidad internacional ha advertido lo grave de la situación. La gran preocupación que existe se debe a que la ciencia debería estar puesta al servicio del bien común, y no al servicio de la guerra.